viernes, 14 de agosto de 2009

TU SANDÍA DE TAN LEJOS

Esta vez es tuya la sandía y la receta.

Nada tan placentero que comer una sandía fresquita mano a mano, en verano, desnudos, media para cada uno, raja a raja, sin importarnos que se nos caiga el agua por la barbilla.

Me parece que Tsai Ming-liang no sabe como se come una sandía por el Mediterráneo cuando hace calor y hambre y deseo. Los besos con sabor a sandía, la lengua y los labios fríos y dulces. Así te quiero hacer el amor, sandía para desayunar un día de verano. A mi las rajas de sandía siempre me parecieron grandes sonrisas. Pero tú ya sabes todo esto. Espero a que me mandes la sandía de verdad. Yo elegiré el lugar donde comerla.

Neruda también lo sabía. Y tu también sabías que Neruda lo sabía.

Cofre de agua, plácida, reina de la frutería,

bodega de la profundidad, luna terrestre!"...

“La redonda, suprema y celestial sandía

es la fruta del árbol de la sed,

es la ballena verde del verano..."

... "Quisiera morderte, hundiendo,

en ti la cara, el pelo, el alma".

Pablo Neruda (Oda a la sandía)

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