sábado, 15 de mayo de 2010

BUÑUELOS PARA MANTIS

Vampira, caníbal, mantis… tal vez asesina. Me gusta su forma de mirar tranquila, sus palabras suaves, su pasión por Benedetti y García Montero, su adolescente gusto por el Moscato D`asti, su risa y su forma de hablar del bien y del mal con tanta libertad, sencillez y certeza. Antes, en el bar, al levantarse a ir al baño me asomo a su bolso, cotilla, entreabierto y veo el pistolón junto a un pañuelo de colores, la barra de labios, su cartera, unas llaves… es una Beretta corta, negra, pesada. Me asusto, fabulo, debe ser una ganster, una poli secreta, una vampira, una araña, una asesina a sueldo, seguro.

Le guiso unos buñuelos de sesos con salmorejo a la albahaca. Limpio los sesos bajo el grifo y los dejo sumergidos en agua fría con un poco de vinagre para que suelten la sangre. Estará acostumbrada a ver volar las vísceras como en una película de Tarantino cuando le da al gatillo. Blanqueo los sesos después en agua hirviendo diez minutos con unas hojas de laurel, unas bolitas de pimienta y un ajo machado. Luego los saco del agua, los seco, los troceo en porciones adecuadas, los rebozo en una masa hecha con un huevo, harina de tempura, un poco de cerveza y los doro en aceite caliente. Ante ya hice el salmorejo con su pan duro remojado en aceite (yo no echo agua), tomates maduros, sal, hojas de albahaca, unas cerezas sin hueso. En un plato hondo pongo el salmorejo y encima los buñuelos de sesos. Menú de vampiras, caníbales, mantis. Descubro que le gustan. Luego, ya muy tarde, me dejo clavar las uñas en la espalda y sus dientes donde guardo mis secretos, nado en sus caderas de bruja peligrosa, pero no me importa, no temo, me parece una mujer muy sabia, fuerte, hermosa, dulce, pícara. No me importa si es mantis o ganster o policía o asesina.

Muy ricos tus buñuelos, el salmorejo, tu mirada, me dice cuando se va por la mañana a su vida misteriosa de pistolas y abismo.

Tiempo después veo su fotografía en un periódico. Es ella. Ella la que ha metido en la cárcel a mafiosos del Este, traficantes de droga, terroristas de todos los colores, policías corruptos, políticos mafiosos, tiranos banderas, crímenes de estado, contra la humanidad…. La mujer de ojos grandes y besos lentos trabaja cada día de su vida en perseguir de verdad, con justicia, a casi todos los malos de este mundo.

Y yo solo le hice unos buñuelos.

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