miércoles, 18 de agosto de 2010

EL DUENDE FELIZ COME GUISO DE ANGUILAS

Es verdad, era un duende feliz igual de hechizado por el campo que por las ciudades, las anguilas, los zorzales, las palabras, la risa, tus ojos.

De los ríos al mar de los Sargazos, pez, serpiente, bicho… Compré unas anguilas en el mercado de Oliva y mi hijo las devoró con delectación, ¿dónde encontraré anguilas en Madrid? Busco por Internet sin encontrar nada. Otro animal maldito. Otro alimento tabú. A mi también me vuelven loco. Y me gustan con su piel gelatinosa. Antes las tengo media hora en agua con vinagre y luego las limpio con un trapo para quitar bien la mucosidad. Las destripo y troceo en trozos grandes. Sofrío cebolla, mucho ajo, una punta de cayena. Trituro y paso la salsa por un chino. Frío despacio en poco aceite los trozos salpimentados de las anguilas y cuando están dorados añado la salsa, remuevo cinco minutos y listo. Ya tengo el mejor aperitivo para pringarse bien los dedos y tomar con una cervecita bien helada. Luego está ese plato de invierno fastuoso, puro lujo, para morirse de gusto del arroz con zorzales, caracoles y anguila. Se me hace la boca agua recordarlo.El viejo de la cola del mercado negaba con la cabeza ¡ah!, las anguilas ya no son como las de antes, estas son de piscifactoría. Tenía razón en hombre, pero mi hijo Guillermo no conoce otras y le parecieron exquisitas.

El deseo, como el gusto, nacen del instinto de vivir (no confundo con el hambre, que es algo terrible, una infamia inexplicable hoy en este mundo de abundancia). El deseo, como el gusto, nunca se conjugan en abstracto y nacen de un lugar de la memoria y el instinto muy profundo.

La brisa mañanera de la sierra me limpia el sueño, ayer hubo tormenta, ricas lluvias torrenciales de verano y vendrán más para reverdecer el otoño y la música del duende comedor de anguilas. El deseo y el amor y los sueños y un embrujo preciso que sólo tu conoces. Embrujo de palabras tramadas con hilo de acero y de seda, con mapas del tesoro y remotos paisajes que me enseñas con una caricia de tus manos.

2 comentarios:

  1. Anguilas... puede... quizá en Pescaderías Coruñesas. No parece que sea esta la temporada, pero quizá una llamada telefónica alivie la duda de si las tienen o no.

    Saludos,

    Jose

    ResponderEliminar