miércoles, 22 de agosto de 2012

MENÚ DE SIRENAS


No sé que hago aquí, a la caída de la tarde, contemplando como juegan en el agua dos sirenas cuarentañeras llamadas Sir y Tes.  Pero en lugar de estar con ellas en el mar estoy sentado en la arena comiéndome un bocadillo de sardinas y wakame, limpiándome luego el paladar con cerveza helada y cerrando los ojos de cuando en cuando para comprobar que todo esto no es un sueño, ni una invención de mi calenturienta imaginación.




Aliñé esta mañana las algas con vinagre de arroz, aceite de sésamo, unas semillas de sésamo tostadas y sal de Gerande. Desespiné bien las sardinas asadas que sobraron de ayer y las sumergí media hora en una vinagreta de aceite de oliva. , tomate picado, limón y pimienta. Luego, sobre una baguette entera, abierta, he extendido los lomos de las sardinas bien limpios y por encima las algas.

Dicen que las engordo pero me estoy comiendo yo casi toda la merienda. Ellas siguen jugando, hablando, nadando, enredadas en las olas y la tarde.


Corto dos pequeños bocadillos y les reservo una de las litronas heladas. Ya se sabe que lo que comen las sirenas son pescados y algas, cerveza y tiempo. Saldrán del agua con hambre. De vivir.

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