jueves, 13 de marzo de 2014

CAÑA Y CAÑAINA




No se trata de abogar ahora por el famoso “menos es más” obligados por la crisis, pero a veces basta un libro, una caña y cuatro cañaínas como aperitivo para tocar la felicidad. El libro es de Mary F.K. Fisher y se titula “Sírvase de inmediato”. Lo escribió en el año treinta y seis con el entusiasmo y la frescura de una joven gourmet yanki de viaje por Francia.

A veces basta bien poco para saborear un rato de felicidad. Siempre hace falta poco. Tardamos muchos años en descubrirlo. 
El afán de riqueza es afán de poder, poder hacer, poder tener, poder cambiar. Sin embargo tardamos muchos años en descubrir que la vida no puede atesorarse, se escapa siempre y queda nada, ni poder, ni riqueza. Nos educaron en esos cuentos y esas cuentas. Y cuánto tiempo perdemos.

La vida no puede atesorarse pero sí su memoria. Tengo en ella todo el tiempo que perdí en el placer, en lo inútil, en intentar tocar con las palabras mi propia vida, en cuidar, en amar y en cocinar. El resto del tiempo, el que invertí y vendí y compré lo tengo medio deshecho en mi memoria, es una pasta gris, líquida, sosa que no sirve para nada. Nunca sirvió.

Voy a seguir con Mary y mi cerveza.

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