sábado, 29 de agosto de 2015

ARROZ CON SALMONETES


Arroz para comer, añadiendo al sofrito el caldo hecho con las espinas y cabezas de unos puñados de salmonetes de roca, y al final, en el momento de socarrat y el reposo, cubro la superficie con los lomos, bien desespinados de este pescado de un precioso color rosa anaranjado y una picada fresca de tomate, ajo, almendras y avellanas.

Deseabas estar aquí a este lado, como si la realidad no fuera suficiente, como si estar en la ficción de una receta fuera más importante que estar en estos días del presente. Como si no supieras que si vivieras aquí, en las palabras, serías ya sólo un recuerdo enredado en la fábula y el mito.

Buceabas allí en el sur, entre las anémonas y las medusas, los sargos y las doncellas, flotando en el agua tibia mientras el tiempo derrumbaba de nuevo el mundo, mientras en la ciudad se terminaba el verano y comenzaba de nuevo una aventura.

Tal vez la felicidad sea tener bonitos recuerdos o lograr lo que alguna vez soñamos o tocar en realidad nuestros deseos. O tal vez sea otra cosa. Quién sabe. Mientras tanto vivimos, deseamos, soñamos y atesoramos alguna vez un pequeño recuerdo, casi sin querer.  Saboreo hoy este arroz desde este lado de la memoria. También el mar en el que nadas, remoto o inventado, mientras te espero.

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