lunes, 31 de agosto de 2015

TOSTADA CON PIEL DE TIERRA Y JEREZ FRIO


(Foto: Carla van de Puttelaar)


La piel de la tierra es azul como el lomo centelleante de las sardinas. La piel de la tierra es dorada con el pan que saboreo con los ojos cerrados. La piel de la tierra es verde como un simple ensalada de berros con parmesano. La piel de la tierra es roja como un tomate maduro, un lomo de atún, un solomillo crudo de buey, una centolla cocida. La piel de la tierra es el mar, el desierto, la estepa los bosques y selvas, los seres que la habitan. A veces también nosotros. Nos alimentamos de la piel de la tierra y en esa piel vivimos y a esa piel herimos llenando de cicatrices su paisaje.
Hoy para mi la piel de la tierra es tu piel. 

Nos alimentamos de sueños, de comida, de cariño, de agua dulce.
Sobre una gran y gruesa tostada de pan dorado, aceite de Córdoba, tomate rallado maduro, berros picados, lajas de parmesano y cinco anchoas en su punto. Para mojar el mundo dos copas muy frías de un Palo Cortado Valdespino. Sabe igual que besar un poco de la piel de la tierra. Después tú. Salada como el mar. Dulce como el membrillo.

1 comentario:

  1. Todo riquísimo, pero yo me quedo con lo último. Soy un fakir de libro.

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